La mayor granja vertical de insectos del mundo, situada cerca de Amiens, atraviesa un momento difícil. Ynsect, la empresa que está detrás de este ambicioso proyecto, se enfrenta a importantes problemas financieros y operativos. Profundicemos en los detalles de esta innovadora planta y los retos a los que se enfrenta.
Un proyecto industrial global
La fábrica de Ynsect en Poulainville, a las afueras de Amiens, destaca por su revolucionario concepto de granja vertical de insectos. Con una superficie de 45.000 m² y una altura de 36 metros, esta colosal infraestructura está concebida para producir proteínas de insectos y abonos a partir de escarabajos, más concretamente escarabajos molineros.
La ambición inicial era impresionante:
- Una capacidad de producción anual de 200.000 toneladas de ingredientes.
- La creación de 500 empleos directos e indirectos
- Una inversión de 100 millones de euros
- El uso de tecnologías punteras como la robótica y la inteligencia artificial
Este proyecto global ha suscitado un gran interés, tanto por su potencial económico como por su enfoque innovador de la producción sostenible de alimentos. La start-up francesa Ynsect ha logrado recaudar casi 600 millones de euros desde su fundación en 2011, lo que demuestra la confianza de los inversores en este concepto innovador.
Retos técnicos y retrasos operativos
A pesar del entusiasmo inicial, la puesta en marcha del proyecto se ha topado con una serie de obstáculos técnicos y logísticos. La complejidad de criar insectos a una escala industrial tan grande provocó retrasos considerables en la construcción y puesta en marcha de la planta.
Hubo que revisar el calendario inicial:
Actividad | Fecha prevista | Fecha real |
---|---|---|
Inicio de la producción de fertilizantes | Mediados de 2023 | Finales de 2023 |
Inicio de la producción de proteínas | Principios de 2024 | Mediados de 2024 |
Estos retrasos han tenido un impacto directo en la rentabilidad del proyecto. El aumento de la producción, más lento de lo previsto, ha provocado dificultades financieras a Ynsect. En la actualidad, la planta sólo emplea a cien personas, muy lejos de los 500 puestos de trabajo anunciados inicialmente.
Una situación financiera preocupante
Ante estas dificultades operativas y un nivel insuficiente de producción y ventas, Ynsect se encontró en una delicada situación financiera. En septiembre de 2024, la empresa se vio obligada a someterse a un procedimiento de salvaguardia para hacer frente a sus dificultades.
Esta decisión jurídica tiene por objeto permitir a Ynsect :
- Reestructurar su deuda
- Negociar con sus acreedores
- Continuar su actividad mientras se encuentran soluciones
- Encontrar nuevos inversores
La dirección de Ynsect subraya que la planta de Amiens seguirá funcionando durante este procedimiento. No obstante, la empresa busca activamente nuevos capitales para financiar su desarrollo industrial y garantizar el futuro a largo plazo de su innovador proyecto.
Perspectivas y retos para el futuro
A pesar de estas dificultades, el potencial de la planta de Ynsect en Amiens sigue siendo importante. La cría de insectos para producir proteínas y fertilizantes forma parte de una tendencia subyacente hacia sistemas alimentarios más sostenibles. Los mercados a los que se dirige Ynsect, en particular la alimentación animal y los fertilizantes, ofrecen atractivas perspectivas de crecimiento a largo plazo.
La elección del escarabajo molinero como insecto de cría es presentada por Ynsect como una ventaja competitiva. Esta especie es especialmente adecuada para la producción de proteínas de alta calidad y fertilizantes eficaces.
Las autoridades locales y el Estado siguen de cerca la situación de la empresa, conscientes de lo que está en juego en el proyecto desde el punto de vista económico y medioambiental. El éxito o el fracaso de esta planta podría tener repercusiones importantes en el desarrollo de la industria de las proteínas de insectos en Francia y en Europa.
El futuro de la planta Ynsect de Amiens dependerá de su capacidad para superar sus dificultades actuales, optimizar su producción y convencer a nuevos inversores. Si tiene éxito, esta granja vertical de insectos podría convertirse en un modelo para la industria agroalimentaria del futuro, combinando innovación tecnológica y producción sostenible.